Coronavirus (III) APROVECHEMOS LO APRENDIDO EN ESTA CRISIS PARA AFRONTAR OTRa
EMERGENCIA CLIMÁTICA
La crisis de la COVID-19 ha llegado de golpe, nos ha sorprendido y, cuando hemos visto las trágicas consecuencias, hemos actuado con rapidez, no solo nosotros de forma individual y colectiva, sino que también los gobiernos de prácticamente todo el mundo han reaccionado tomando medidas fuertes, duras, comprometidas para afrontar la crisis. ¡Qué bien que haya sido así! Sin embargo, la respuesta no está siendo la misma frente a otras crisis que la emergencia climática, que también está aquí, ¿por qué no reaccionamos de igual forma? ¿Quizás nos esté pasando lo mismo que a la rana en el agua caliente?
La Fábula de la rana y el agua hirviendo viene a decir que si una rana se pone repentinamente en agua hirviendo, saltará, pero si la rana se pone en agua tibia que luego se lleva lentamente a ebullición lentamente, no percibirá el peligro y se cocerá hasta la muerte.
Quizás aquí esté la explicación. Mientras el COVID ha llegado repentino (agua hirviendo), nos ha impactado, hemos tomado conciencia de la gravedad y nos hemos puesto en marcha para combatirlo. Hemos aceptado propuestas de cambios drásticos en nuestros estilos de vida, hemos aceptado encerrarnos, aislarnos, no abrazarnos, no vernos… Perdiendo parte de nuestros privilegios y comodidades en pro de un bien común. Pero, ¿Qué pasa con la capacidad para afrontar la crisis medio-ambiental? No es menos grave, mata a mucha más gente todos los años y sus consecuencias económicas son aún peores. Según la UNESCO, de seguir así, el cambio climático podría generar un coste de entre el 5% y el 20% del PIB mundial cada año.
Además, esta crisis no es coyuntural, es estructural, no es un accidente, es una realidad que avanza inexorablemente, que estamos provocando con nuestros actos, seguimos con ellos y ¡necesitamos reaccionar ya! Además, hay científicos que asocian la pandemia con el cambio climático.
En una reunión en Madrid, el año pasado, reflexionando sobre cómo afrontar esta realidad en el ámbito educativo, en clase con alumnado de primaria o secundaria, Toni, un joven docente planteó una pregunta, que le es muy eficaz con su alumnado, y también lo fue para nosotros: Si comparamos el cambio climático con un Iceberg y la tierra con el Titánic, ¿saben que ya está delante?, ¿a qué distancia estamos del impacto?, ¿se ve ya? ... ¿creéis que cuando sepan que está delante ¿se aminorará marcha? Que cuando ya se vea ¿se frenará y cambiará el rumbo? O ¿se seguirá a toda máquina hasta chocar?
¡¡Pues el impacto con nuestro “iceberg climático” ya se ha realizado[1]!! ¿Qué se está haciendo? ¿Qué estamos haciendo? Pues levemente se está pensando en aminorar la velocidad, ni siquiera frenar y, mucho menos, cambiar el rumbo. Nos estamos autoaniquilando, pero a fuego lento y, como la rana, no reaccionamos y no somos capaces de ver el daño al futuro de nuestros hijos y nietos.
¡¡Reaccionemos!! Ya hemos visto como somos capaces, individual y colectivamente, de detener y revertir grandes problemas, lo estamos haciendo con la pandemia COVID19. Hemos comprobado que millones de pequeñas acciones que están en nuestras manos, pueden controlar la pandemia.
Exijamos a nuestros gobiernos que sean conscientes de la “pandemia ambiental” que tenemos, que se rodeen de científicos, que tomen las medidas oportunas para cambiar el rumbo de autodestrucción que llevamos, que nos marquen claramente las medidas para parar la crisis “medioambiental” del cambio climático que está cambiando las condiciones de vida en la tierra, afectando a nuestra sociedad y a los ecosistemas naturales.
Igual que estamos parando el Coronavirus, podemos parar la crisis (emergencia) climática, ahora que aún estamos a tiempo. ¡Está en ello que no nos extingamos como especie sobre el planeta tierra, igual que pasó con los dinosaurios!
[1] Evidencias del impacto con el iceberg del cambio climático: EN ESPAÑA: Aumento de la temperatura (2015-16-17-128 y 19, los más calurosos desde que se tienen registros). Riesgo de desertización, (el 75% del territorio, ya realidad en mas de 30.000km2, especialmente en Canarias y sureste). Mayores y más frecuentes tormentas, danas e inundaciones (especialmente en este de la península) EN EL MUNDO: Olas de calor en Europa (En Francia, un récord nacional de 46,0 °C; en Alemania (42,6 °C), los Países Bajos (40,7 °C), Bélgica (41,8 °C), Luxemburgo (40,8 °C) y el Reino Unido (38,7 °C), y en Helsinki ,33,2 °C el 28 de julio). Muertes y enfermedades (En 2019, las altas temperaturas que se registraron en Australia, la India, Japón y Europa afectaron negativamente a la salud y el bienestar de la población. En Japón, una intensa ola de calor provocó más de 100 víctimas mortales y 18.000 ingresos hospitalarios adicionales. En Francia, se registraron más de 20.000 visitas a urgencias por efectos del calor), enfermedades infecciosas (En 2019 se produjo un gran aumento en la cantidad de casos de dengue en todo el mundo, en América identificaron más de 2.800.000 casos sospechosos y confirmados de dengue, incluidas alrededor de 1250 muertes. En los tres meses de agosto a octubre, el 85% de los casos fueron en Brasil, Filipinas, México, Nicaragua, Tailandia, Malasia y Colombia) Desplazamientos (aumentarán desde los 17,2 millones de 2018 hasta quedar cerca de los 22 millones en 2019, los peligros naturales, las crecidas y las tormentas fueron los que más desplazamientos propiciaron) http://miradordeatarfe.es/?p=40271 https://es.greenpeace.org/es/trabajamos-en/cambio-climatico/ https://news.un.org/es/story/2020/03/1470901 https://hablandoenvidrio.com/cambio-climatico-en-espana-hechos-y-evidencias/ http://www.aemet.es/es/noticias/2019/03/Efectos_del_cambio_climatico_en_espanha https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2018/10/08-Oct.The-Moment-of-Truth-.pdf
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